Cuando un niño o adolescente tiene un miedo constante y persistente a ser humillado, ridiculizado o avergonzado en situaciones sociales, podría sufrir de ansiedad social. La ansiedad social es un trastorno psiquiátrico.
Al igual que con la mayoría de los trastornos de ansiedad, el síntoma más común es la preocupación excesiva y el evitar las situaciones sociales. Esto no es solo preocupación, sino que casi teme avergonzarse frente a la gente en general.
Con frecuencia, estos niños y adultos jóvenes manifestarán vagas quejas físicas como dolores de cabeza, y a menudo visitan a su pediatra o médico de familia.
La ansiedad social es un trastorno de ansiedad muy común y afecta aproximadamente al 10% de todos los niños. Probablemente tiene una base biológica y genética, pero también es más común entre los niños con padres sobreprotectores, ansiosos y sobre controladores. La ansiedad social también está sobrerrepresentada entre los niños que son víctimas de la intimidación (bullying) de sus compañeros.
Las consecuencias de la ansiedad social son graves y en los adolescentes pueden volverse crónicas, afectar gravemente su capacidad para desarrollar amistades y habilidades sociales, aislamiento social y pueden convertirse en otros trastornos de ansiedad y depresión.
En general, los niños y adolescentes que sufren ansiedad social tienen pocos amigos, evitan el contacto visual, no participan en conversaciones, están emocionalmente aislados. Algunos sufren de miedo al hablar en público, pueden negarse a asistir a la escuela, y resulta en las calificaciones bajas y ausencias escolares altas. Algunos niños que sufren de ansiedad social tienen mucho miedo de ser juzgados y resulta en una participación muy limitada en la escuela o actividades deportiva.
¿Cómo es la ansiedad social?
La mayoría de estos niños visitarán a su médico de atención primaria con problemas físicos, ya sean problemas neurológicos vagos como dolores de cabeza, visión borrosa o mareos, malestar gastrointestinal como dolor de estómago o náuseas, palpitaciones del corazón, sudoración excesiva, falta de aliento y otros síntomas. Raramente informarán voluntariamente de su miedo a las interacciones y situaciones sociales.
También manifiestan síntomas conductuales y cognitivos. Cuando se exponen a situaciones sociales, tienen problemas para pensar, concentrarse, y se sienten abrumados y negativos en sus habilidades para resolver problemas.
El evitar situaciones sociales es el síntoma mas comun de comportamiento de los trastornos de ansiedad social, con frecuencia encuentran excusas para no asistir a funciones sociales, se niegan a asistir a la escuela, no van a fiestas o no socializan en grupos.
¿Cómo obtengo ayuda?
Primero debe ser evaluado por su médico de atención primaria, pediatra, o profesional de salud mental (psiquiatra, psicólogo, enfermero practicante psiquiátrico, trabajador social clínico, consejero autorizado, o asistente médico psiquiátrico).
Una vez que se ha establecido un diagnóstico, se puede desarrollar un plan de tratamiento. La medicación y la psicoterapia parecen ser los tratamientos más efectivos disponibles.
Los medicamentos pueden incluir SSRI (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) como sertralina, fluoxetina, citalopram, escitalopram, paroxetina y otros.
Con frecuencia, los medicamentos no psiquiátricos como el propanolol (beta bloqueador) se prescriben en particular en situaciones en las que el rendimiento se ve comprometido, como “miedo al escenario.”
Los tranquilizantes como los benzodiacepinas (alprazolam, diazepam, Lorazepam, clonazepam y otros) pueden ser muy efectivos en el tratamiento de la ansiedad aguda, pero no deben usarse a largo plazo en los trastornos de ansiedad social. Se pueden usar temporalmente por cortos períodos de tiempo en casos severos.
La buspirona también se usa en el tratamiento de la ansiedad generalizada y puede ser eficaz en el trastorno de ansiedad social.
Los antihistamínicos como la hidroxicina y difenhidramina también se pueden usar según sea necesario para tratar los síntomas de ansiedad.
La terapia cognitiva conductual puede ser muy efectiva en el tratamiento de la ansiedad social con o sin medicamentos. En general, en casos leves a moderados, se puede recomendar comenzar con la terapia cognitivo conductual como primera línea de tratamiento. La exposición y el entrenamiento en habilidades sociales son formas de terapia cognitiva conductual que facilitan la recuperación junto con la reestructuración cognitiva.
¿Consecuencias de los trastornos de ansiedad social no tratados?
Los pacientes que sufren de ansiedad social con frecuencia desarrollan un sentido muy bajo de sí mismos (baja autoestima), se vuelven socialmente aislados, solitarios y desarrollan trastornos depresivos con frecuencia.
La ansiedad social puede tener un grave impacto en el desarrollo de la personalidad, con un crecimiento del paciente con altos niveles de timidez y aislamiento interpersonal. El abuso de las drogas y del alcohol son consecuencias comunes de la ansiedad social, ya que pueden facilitar la reducción de la ansiedad y proporcionar al adolescente o niño ansioso una falsa herramienta para reducir temporalmente su ansiedad y aumentar su confianza en sí mismo.
Los niños con trastornos de ansiedad en general y ansiedad social están en riesgo de conducta suicida, especialmente si su ansiedad se acompaña de depresión.
Si su hijo o adolescente es tímido, socialmente aislado, evasivo, se niega a asistir a la escuela y / o tiene quejas médicas persistentes, considera la posibilidad de ansiedad social u otros trastornos de ansiedad.